De la formación de un ideal, a la construcción de un estilo de vida
HISTORIA DE FORMACIÓN DE LA TROPA SAN JAVIER
ERICO JARAMILLO MIRANDA
Introducción
Muchas veces habremos reído a costa de los Scouts. Muchas veces, sin duda, les hemos echado su broma, con su dejo de desprecio. Tal vez allá en el fondo hayamos sentido nostalgia de no ser como esos muchachos.
¡Scout! ¿Qué es ser Scout? ¿Qué buscan esos millones de muchachos que se hacen Scouts? ¿Qué aventura se inicia, que atracción ejerce, de que medios vale para fascinar tantas mente juveniles y lanzarlas por caminos ásperos del deber, de la vida ruda del explorador, del sacrificio por los demás, de una vida pura y llena de ideales?
Fundado por Robert Baden-Powell (B.P.) en 1907, reúne en Brwnsea la primera Tropa. Antes, como general de caballería en el África del sur, había experimentado todos los métodos scouts. Después de los primeros meses de 1908, B.P. publica su libro más famoso y base de toda formación Scouts: “Escultismo para Muchachos” sin soñar él mismo que este libro sería el motor que pondría en movimiento a todos los niños del mundo. En 1910, viendo el aumento de los Scouts renuncia a su cargo de Teniente General en el Ejército y se embarca en “su segunda vida”. Chile tiene el honor de ser el primer país después de Inglaterra que abre sus puertas al Movimiento. Lord Robert Baden-Powell muere el 8 de enero de 1941 al cumplir sus ochenta y cuatro años, dejando tras sí uno de los movimientos de juventudes más grandes y prestigiadas de la historia.
B.P. quiso que los scouts fueran los caballeros modernos. En la Edad Media, en tiempos de los “caballeros” debió ser hermoso espectáculo ver uno de estos caballeros armados, cabalgando a través de los bosques y forestas, vestido con brillantes armaduras, presto siempre a correr en pos del enemigo.
En su seguimiento marchaba su escudero, pretendiente al espaldarazo que lo elevaría a la categoría de su amo y la patrulla de feroces guerreros dispuestos a seguir hasta la muerte a su señor. En tiempo de paz el caballero medieval buscaba siempre la ocasión de realizar una buena acción a favor de cualquiera que tuviera necesidad de ella. Y es este, sin lugar a dudas, uno de los valores más grandes del sistema pedagógico. Sistema activo en donde el educado se “educa” as sí mismo, en donde en medio del Gran Juego, práctica y aprende para la vida esas virtudes que hacen sobresalir a los hombres de la masa amorfa: generosidad y economía, simplicidad que nace del contacto con la naturaleza; cortesía y respeto por la mujer, por los débiles, por los viejos, por sus compañeros: el escultismo enseña –en nuestros días de deshumanización- un profundo respeto al ser humano a la persona; un hondo sentido de honor: por ello se puede confiar en un scout; franqueza y sinceridad en su pensamiento, en su palabra, en su acción; lealtad; sirve conscientemente a quienes debe obediencia y no los traiciona y abandona jamás; disciplina, hoy que existe una innato sentido de rebelión en las mentes juveniles; tenacidad y coraje: educa y forma la voluntad, tan necesario cuando vemos montones de muchachos amorfo y apáticos y finalmente en un mundo donde la tristeza abruma a tantos hombres y mujeres, el scouts presenta su sonrisa; el scout es la sonrisa de un mundo nuevo, de un mundo que se gesta para reivindicar los fueros del bien y la justicia.
Todos estos son los scout. ¡Esos muchachos con pañolines en el cuello a quienes su ideal les exige una continua superación! El Escultismo es un grupo de elites, de escogidos, de fuertes; no cualquiera puede responder a las exigencias de la Promesa y de la Ley Scout.

Primeros años de la Tropa
A fines de noviembre de 1954 el Padre Manuel Fincheira SJ asume la rectoría del Colegio San Francisco Javier de Puerto Montt, quien llegaba después de 12 años como rector de la ex Escuela San Ignacio de Concepción, actual Colegio San Ignacio de Concepción, donde logró el resurgimiento del establecimiento y además la creación del Grupo Guía Scout San Ignacio de Loyola en 1942, donde hoy en día su tropa lleva el nombre del sacerdote jesuita en su honor.
A la llegada del nuevo rector del colegio, el primer proyecto a llevar a cabo fue crear un grupo scout para formar hombres nuevos dentro del establecimiento y para estar al servicio de la comunidad puertomontina. A la fecha no existía ninguno grupo scout al sur de Concepción, por lo que labor de formación no fue tarea fácil.
Lo fundamental para formar un grupo scout son dirigentes instruidos bajo el método, que se hagan cargo de la formación de los jóvenes y darle continuidad a través del tiempo. Es por esto que dos jesuitas y docentes del colegio asumen este nuevo desafío:
-P. Raúl Combes SJ profesor de historia en 1° ciclo y 2° ciclo, y profesor de música en 2° ciclo de Hdes.
-P. Osvaldo Mendoza Cossio SJ profesor de castellano y francés en el 2°ciclo de Hdes.
Con la venia del rector y con gran entusiasmo los dos jesuitas parten rumbo a Concepción en enero de 1955 para instruirse en el método scout e interiorizarse en este nuevo mundo.
A la vuelta del viaje, ambos dirigentes tenían una sola misión: motivar a los sanjavierinos a formar la familia scout. Y fueron 30 jóvenes quienes iniciaron con este gran proyecto. 4 fueron las patrullas iniciales: Águilas, Cóndores, Halcones y Pumas.
Las continuas reuniones semanales, los Consejos, las competencias y salidas de patrulla van preparando a los scouts para la Investidura oficial el 21 de mayo de 1955. Ese mismo año, dos campamentos se habían realizado: uno a orilla del Lago Chapo, durante tres días a fines de mayo; que sirvió como experiencia, para los muchachos probaran algo de la vida verdaderamente scouts, pero solo contaron con un número reducido de jóvenes. El segundo lo tuvieron en Chinquio, en la segunda semana de octubre, y este tuvo visos de responder más satisfactoriamente al ideal de un campamento. El resto de año la Tropa se dedica a un trabajo silencioso: el de preparación y el de testimonio; ambos requerian de valentía y coraje, pero es indiscutible que la Tropa iba tomando cada día mas cuerpo y forma.
En 1956, la Tropa ha crecido y también el espíritu. Ahora son 5 patrullas: las cuatro iniciales y ahora se suman los Zorros. Los dirigentes siguen siendo el P. Raúl Combes SJ y el P. Osvaldo Mendoza SJ, junto con el capellán P. R. Manuel Fincheira SJ. Las actividades comenzaron con las reuniones semanales, y con una salida al Lago Chapo en mayo, y otro en el mismo lago en diciembre, para finalizar con un campamento de verano desde el 26 hasta el 31 de diciembre en el volcán Calbuco. En palabras del capellán: “la Tropa ha continuado con toda circunstancia sus actividades scoutivas de formación y adiestramiento. Con la teoría ha ido junta la práctica y así, con salidas a terreno y pequeños campamentos, han puesto en práctica las enseñanzas de B.P.”
No menos ha contribuido la formación integral de los jóvenes sanjavierinos por parte de la Tropa, que con su vida de contacto con la naturaleza, ha hecho de sus scouts verdaderos caballeros de la Flor de Lis. En 1957 el espíritu scout se va acentuando cada día entre los alumnos; incluso ese año forman parte de los alumnos de 5° y 6° de hdes. En septiembre se lleva a cabo un campamento en Cobquecura, en el que participó un grupo entusiasta bajo la dirección de los PP. Mendoza y Combes y en compañía de los scouts del Colegio Seminario de Chillan.
Sin duda alguna 1958 fue un año decisivo para el futuro de la Tropa San Javier. Las actividades se iniciaron con un campamento de 15 días en la localidad de Huinay, a mediados del mes de enero.

Junto con las clases, se reanudaron en marzo los trabajos de formación scout dentro del colegio, con reuniones de Tropa, de patrulla y una misa semanal. Se comenzó el año con mucho entusiasmo, y los veinte scouts que quedaban, se esforzaron para sacar adelante la Tropa, que al cumplir sus 3 años de vida, estaba comenzando ya a producir sus frutos de formación práctica y espiritual. Muchos se entusiasmaron y pidieron solicitud de incorporación. A la mayoría se le admite, pero siempre teniendo en cuenta que se prefería la calidad a la cantidad.
El día 22 de mayo, el P. Osvaldo Mendoza SJ, que había dirigido por tres años a la Tropa, tuvo que dejar su puesto al ser llamado por sus superiores. Desde ese día, el cargo de jefe de tropa fue tomado por el P. Oscar Jiménez SJ.
En las vacaciones de invierno hubo un campamento en Chinquio, en donde las tres patrullas (Cóndores, Halcones y Pumas) fueron dirigidas en su primer campamento como jefe por el P. Jiménez. Este campamento duró 3 días, lo que se hicieron cortos por el gran entusiasmo que reinó en todos.
El Gran campamento de septiembre, en la localidad de Recinto, en Chillan, fue todo un éxito. El lugar era un bosque de pinos, muy propósito para juegos scouts e instalación de carpas con sus construcciones. Fue dirigido por el exjefe “Gavilán Noble” (O. Mendoza), siendo secundado por el P. Jiménez y el P. Brahm, jefe de la Tropa San Luis de Chillan que participo en el campamento. De capellán estuvo el P. Doak.
Al terminar el año, la Tropa contaba con 27 scouts, repartidos en 4 patrullas: Cóndores, Halcones, Pumas y Tigres. Siendo el capellán el P.R. Miguel Squella, quien reemplaza al P. Manuel Fincheira SJ, quien deja la rectoría del colegio para emprender con sus misiones jesuitas.
En palabras de los jóvenes: “(…) desde estas pocas líneas le damos nuestro agradecimiento a Gavilán Noble por todo cuanto hizo por ella, ya que fue él quien le puso en marcha en sus primeros tiempos, que fueron sin dudas los
más difíciles (…) aprovechamos la ocasión que se nos presenta para dar nuestro más sincero agradecimiento a nuestro fundador y ex capellán R. P. Manuel Fincheira, quien hizo posible que la Tropa saliera adelante en sus primeros años, prestando de lleno sus desinteresados servicios en favor nuestro. Agradecemos igualmente a las personas que de uno u otro modo hayan cooperado con nosotros, ya que gracias a ellos, nuestra Tropa podrá seguir marchando en forma efectiva en su labor de formación en los próximos años, que seguramente serán muy difíciles; para todos muchas gracias, en nombre de los muchachos de la FLOR de LIS.
En 1959, y ahora con el entusiasmo del P. Lucio Andrade Olavarría SJ quien asume como jefe de la Tropa que en todo momento pone su experiencia al servicio de los jóvenes, los scouts realizaron varias salidas, algunas de varios días de campamento. En estas salidas se han dado muestras de verdadero espíritu de scout. Semanalmente, por patrulla, acuden a escuchar la Santa Misa, que denota el gran fervor en todos ellos.
A 5 años de la fundación de la Tropa, en 1960 asume como jefe de Tropa el P. Otto Begus Wolf SJ, ahora renombrada como Brigada San Javier donde se trabajó afanosamente en la construcción de las viviendas de la Población Cardenal Caro y en las viviendas que se levantó en la ladera sur del cerro del colegio. No solo esta actividad caracterizó a los muchachos de la Brigada en los días del sismo. Ayudó a rescatar ropa y muebles desde los escombros a los damnificados. Incluso realizaron actos de arrojo, como es en el caso de una familia, en lo alto de la calle Huasco, que daba por pedidos sus camas y objetos por el peligroso estado de la casa. Amarrados con cordeles salvaron todo del interior de la casa y, al abandonarla, se derrumbó de inmediato. Cuando el gimnasio estuvo lleno de refugiados, por turnos hicieron guardia noche a noche los Boys Scouts San Javier.
Antecedentes de la investigación
Para esta investigación he ocupado como fuente principal los anuarios comprendidos de los años 1955 hasta 1960 (y de años posteriores para interiorizarme en la historia del Grupo) disponibles en la biblioteca del colegio. Otra fuente fue el diario El Llanquihue. Además, se ocupó los testimonios del ex jesuita Osvaldo Mendoza Cossio y de uno de los primero troperos Mauricio Bravo.